Cada vez es más habitual y frecuente, incorporar nuevas regulaciones en los departamentos de administración de las empresas. Ante ello, estas se ven obligadas a informarse sobre las mismas y cumplirlas para evitar sanciones o sufrir alguna crisis reputacional.
Las oficinas y despachos profesionales deben cumplir con estas normativas específicas, además de incorporar otras opcionales. Con el objetivo de facilitar esta tarea, desde AECEM cuentan con el servicio de Vigilancia Normativa para la asesoría.
¿Qué es la vigilancia normativa?
Para lograr ser una empresa competitiva y responder a las exigencias del mercado, hay que aprender a ajustarse a las especificaciones descritas en las normas técnicas. Estas, además, se actualizan continuamente y se hace necesario hacer un seguimiento de las normas.
La vigilancia normativa, consiste por tanto, en identificar todas las novedades que afectan a la normativa estatal, autonómica y local. Es importante también permanecer en permanente contacto con los Departamentos de las Administraciones implicadas, para incorporar inmediatamente al proyecto las actualizaciones normativas detectadas.
El objetivo de esta vigilancia normativa, es minimizar errores, para conseguir la máxima efectividad y rapidez en la concesión de las autorizaciones administrativas para los proyectos.
Hay tres normativas que cualquier asesor de empresa debe saber que tiene que cumplir por el mero hecho de ofrecer un servicio de asesoría.
- La protección de datos de carácter personal. “Esta norma lleva asociadas otras menos conocidas como la de garantías en los derechos digitales de nuestros trabajadores”.
- La protección de la libertad sexual de los trabajadores. Esta lleva asociada la creación, anualmente, de un registro retributivo por sexos.
- La ley de prevención de blanqueo de capitales.
El compliance penal, por su parte, es, la normativa “no obligatoria” sobre la que mayor atención deberían poner los profesionales del sector. Esto es así ya que cada vez son más, los casos penales por delitos económicos. Y, esto está generando a su vez que los asesores pasen a ser considerados parte de las actuaciones y corresponsables de las actuaciones o delitos cometidos por sus clientes.
El cumplimiento normativo, bien entendido, es como un seguro que permite al empresario estar tranquilo en los buenos tiempos y bien cubiertos cuando llegan los problemas reales.
El compromiso de AECEM es tal con el cumplimiento de estas normativas que el seguimiento y cumplimiento por parte de nuestros asociados es obligatorio. Y, por ello, se realizan auditorias periódicas y apoyo en la implantación de las mismas a través del servicio de vigilancia normativa.